La frontera hispano-portuguesa entre Extremadura y Alentejo, tradicionalmente espacio de conflictos y desencuentros, de límite entre dos países, ha sido, sin embargo, permeable al influjo cultural y artístico.
El claustro de la catedral de Badajoz (principios s. XVI) es buena muestra de ello, expresión del mejor gótico-manuelino portugués, con sus originales columnas torsas y bóvedas de crucería.
El arquitecto de origen portugués Gaspar Méndez, trabajó años más tarde para la misma catedral, realizando la torre y la portada lateral de San Blas, a parte de otras obras públicas y militares en la ciudad como la portada renacentista de ingreso a la Alcazaba árabe, la renovación de las Antiguas Casas Consistoriales o el puente sobre el río Gévora.
Claustro manuelino
Catedral de Badajoz.
Portada renacentista
Gaspar Méndez.
